Desde el 05 hasta el 20 de agosto se
realizó el seminario de capacitación para los 59 voluntarios alemanes de la
generación 2014/2015 en la sede central de la IERP en Buenos Aires, Argentina.
Durante todo ese tiempo se contaba y enseñaba mucho, tirándolos “a la pileta” a
los nuevos.
No, en serio! ¿Alguna vez intentaste tomar
un colectivo que no para en una ciudad desconocida que nunca deja de moverse,
buscando una parada inexistente en una idioma que no sabés hablar?
Al principio, Ricardo y Ayelén recibieron
a todos los voluntarios con mucha alegría y calidez. Tanto la alegría como la
nerviosidad y el cansancio se notaban en todos ellos pero no había chance
de esconderse detrás de las caras cansadas: dos semanas interesantes y
divertidas, llenas de nuevas impresiones y falta de descanso esperaban a los
nuevos voluntarios. Todos los días empezaban con el curso de castellano. Para
algunos era un curso intensivo, para otros más bien una repetición de lo ya
aprendido. Los conocimientos del idioma variaban mucho dentro del grupo pero
para la mayoría el curso significaba una posibilidad muy importante para
mejorar el castellano y conocer las características del español rioplatense.
Todos los días había mucho que aprender!
Bien al principio los voluntarios conocieron a Arturo Blatezki que trabaja como
pastor de la IERP coordinando el proyecto MEDH (Movimiento ecuménico para los
derechos humanos). Informándolos muy auténticamente a los voluntarios, los
acercaba a la historia de Sudamérica. En sus narraciones bien ilustrados se
notaban tanto su amor por los detalles como las ganas de explicar los grandes
contextos. Fue muy impresionante visitar al proyecto y conocer algunas
experiencias personales de Arturo durante la dictadura militar en
Argentina.
La ansiedad del grupo crecía notablemente
por las primeras visitas de algunos proyectos en el Gran Buenos Aires. Muchos
volvieron de las visitas de sus futuros proyecto ya no queriendo esperar más
para empezar su año de voluntariado.
Las presentaciones de la IERP durante la
capacitación eran muy interesantes e importantes si bien no todas siempre
consiguieron cumplir con la ansiedad de los voluntarios. Los días pasaron
volando, siempre llenos de programa. Había excursiones, talleres de danza,
visitas y talleres de artesanía, presentaciones y devociones. Resumiendo todo
un poco, el tiempo pasó mucho más rápido de lo que se había esperado y casi no
hubiera tiempo para una pausa. Hacer una siestita en el colectivo fue
inevitable, solamente había que prestarle atención al recorrido para bajarse en
la parada correcta…
“¿Allá, cerca de la tienda verde al
lado derecho de la calle, atrás de la publicidad a la izquierda, ésta es
nuestra parada?”
Todos los voluntarios ahora ya están en
sus proyectos desde hace unas semanas. La despedida fue difícil ya que
todos habían podido crear lindas amistades. Pero como tarde en un año se van a
ver todos de vuelta en el seminario de clausura. Hasta ahí habrá pasado un año
lleno de impresiones, vivencias y experiencias para toda la vida, pero sobre
marcado por lo que cada voluntario decide hacer con ese año. Empezamos juntos
en el marco de la capacitación.
(Julian Weber)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario